Después de dos años, Warner Bros. Discovery ha decidido rectificar uno de los movimientos más cuestionados del mundo del streaming: eliminar el nombre HBO de su plataforma. A partir del próximo verano, la marca vuelve a sus raíces y se llamará nuevamente HBO Max, como muchos creyeron que nunca debió dejar de llamarse.
La noticia fue recibida con una mezcla de alivio, ironía y resignación en redes sociales. Incluso la propia compañía ha adoptado un tono autocrítico en su comunicación digital, aceptando que el intento de rebranding como “Max” no fue precisamente su mejor jugada. Y es que en un mercado cada vez más saturado, dejar atrás un nombre sinónimo de prestigio, calidad y legado televisivo resultó, simplemente, un error.

El cambio a “Max” en 2023 tenía como objetivo atraer a un público más amplio, liberándose del aura “seria” o “adulta” que el sello HBO conlleva. La intención era que el nuevo nombre englobara tanto el contenido premium como las propuestas más ligeras, como realities o documentales provenientes de Discovery+. Pero la ejecución fue torpe: Max es tan genérico como confuso. ¿Estamos hablando del piloto Max Verstappen, del iPhone 16 Pro Max o de una app de streaming? Esa pregunta fue más común de lo esperado.
Más allá del nombre, la plataforma seguía funcionando y ofreciendo títulos destacados, pero perdió su esencia en el intento de ser “todo para todos”. El mismo Casey Bloys, presidente de HBO, reconoció que “HBO Max representa mucho mejor nuestra propuesta actual al usuario”, mientras que JB Perrette, presidente de streaming de Warner Bros. Discovery, remató con una frase que deja claro el nuevo enfoque: “No quieren más contenido, quieren contenido diferente, mejor”.
Esta decisión no solo busca reparar el daño a la identidad de marca, sino también enviar un mensaje claro a los consumidores: la calidad importa. En un ecosistema donde la cantidad ha sido la norma, recuperar el valor simbólico de HBO es también una promesa de volver a priorizar lo que realmente diferencia a la plataforma: grandes historias, bien contadas.
Mientras tanto, los memes y reacciones no se han hecho esperar. Las cuentas oficiales del servicio han decidido abrazar el humor y admitir, en tono relajado, que “si funciona, no lo toques”. Así, entre risas y suspiros de “ya era hora”, el regreso de HBO Max es también una lección de branding: a veces, lo más valioso que tienes es tu nombre. Y HBO, sin duda, sigue pesando.
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