Durante una entrevista, Kate Winslet habló sobre el peso de la fama y cómo sorteó su vida después del éxito de Titanic

En la industria del cine, una de las maquinarias más grandes del mundo, el éxito se mide en varios niveles, y uno de los más determinantes es la fama, originado (de alguna manera) con el star system de Hollywood. Ahora bien. Esta forma de entender el éxito ha evolucionado con el tiempo, sobre todo con la aparición de las redes sociales, las cuales reflejan un nivel de popularidad mas no de reconocimiento.

Pero hubo una época en la que aún existían las estrellas de cine, quienes partían de una enorme taquilla con alguna película, y de la cual se desprendían un montón de proyectos grandes. Pensemos en Tom Cruise, quizá la última estrella de cine cuya imagen es la que jala audiencia a las salas de cine.

Pero hay otros personajes que al alcanzar un nivel de fama tremendo, decidieron mantener un perfil bajo con filmes muchos más pequeños. Y aquí es donde mencionamos el nombre de Kate Winslet, quien comenzó su carrera en la década de los 90 al trabajar con directores como Peter Jackson, Ang Lee y Kenneth Branagh.

Pero fue con James Cameron con quien se convirtió en una de las actrices más populares, aclamadas y famosas de la época. En 1997, Kate Winslet protagonizó Titanic junto a Leonardo DiCaprio, y se convirtió en la película más taquillera de la historia.

El nivel de fama que Winslet alcanzó con Titanic fue enorme. Pero a diferencia de su coprotagonista, la actriz británica tomó la decisión de “rechazar” la fama. ¿Por qué? Porque en sus palabras, su vida con ese nivel de atención se convirtió en algo desagradable.