Shakira, la estrella mundial conocida por éxitos como “Loba”, “La Tortura” y “Chantaje”, demostró una vez más su amor por sus raíces al disfrutar, junto a sus hijos Milan y Sasha, del Carnaval de Barranquilla, el evento folclórico más importante de su ciudad natal. A pesar de su fama, la cantante de 48 años no quiso perderse la oportunidad de vivir la alegría del carnaval, que se celebra cada año entre finales de febrero y principios de marzo.

Para pasar desapercibida entre los miles de asistentes a La Guacherna, el desfile nocturno más grande del precarnaval, Shakira y sus hijos se disfrazaron con trajes alusivos a la celebración, acompañados de maquillaje y máscaras. De esta manera, pudieron disfrutar del evento sin llamar la atención y mezclarse con los locales.

A través de su cuenta de Instagram, Shakira compartió lo feliz que se sintió al regresar a Barranquilla y mostrarles a sus hijos la cultura y la alegría de su gente. “Orgullosa de enseñarle a mis hijos mi cultura y la alegría de mi gente. Viva la guacherna en carnaval”, escribió la cantante, acompañando su mensaje con algunas fotos del evento.

A pesar de que algunos rumores indicaban que Shakira podría estar en el carnaval, su presencia no fue confirmada hasta el último momento, cuando la cantante, de manera discreta, se unió a la celebración, demostrando que el amor por su tierra es más fuerte que su fama. En las redes sociales, los seguidores se sorprendieron de cómo la cantante logró pasar desapercibida. “MUERO, ¿cómo que nadie se dio cuenta?”, “Ella es la reina del camuflaje” y “Eres lo máximo y qué bello lo que haces por tus hijos y tu legado”, fueron algunos de los comentarios de los fans.

El Carnaval de Barranquilla, el segundo más grande del mundo después del de Río de Janeiro, ha sido reconocido por su riqueza cultural y su capacidad de reunir a millones de personas cada año. En 2001, fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Congreso Nacional de Colombia.

Con su visita al carnaval, Shakira no solo celebró la festividad, sino también reafirmó su vínculo con la cultura barranquillera, transmitiendo a sus hijos la importancia de sus raíces y la magia de esta fiesta única.