Angelina Jolie se robó la atención esta semana al aparecer en la alfombra roja del Festival de Cine de Nueva York, acompañada por sus hijos Maddox, Zahara y Pax, luciendo un elegante diseño de los años cincuenta de la modista francesa Madame Grès.
Angelina Jolie y Maria Callas: Un Análisis de Dos Divas de Corazones Rotos
Angelina Jolie ha acaparado la atención del mundo del cine recientemente tras su aparición en el Festival de Cine de Nueva York, donde deslumbró a todos con su interpretación de Maria Callas en el biopic dirigido por Pablo Larraín. Este filme se centra en los últimos días de la icónica cantante de ópera, ofreciendo un retrato íntimo de su vida llena de altibajos emocionales. La actriz, que ha experimentado un notable éxito en su carrera, no solo fue elogiada por su belleza en la alfombra roja, sino también por la profundidad de su actuación, la cual ha sido reconocida como “impecable”.
Jolie llegó al festival tras su aclamada aparición en el Festival de Cine de Venecia, donde el público la ovacionó durante ocho minutos tras el adelanto de la película. Este aplauso prolongado fue un testimonio del impacto que su interpretación ha tenido en la audiencia. Ponerse en la piel de ‘La Divina’ ha sido, sin duda, un desafío monumental para Jolie, quien nunca había cantado en público antes de asumir este papel. Durante más de medio año, se entrenó vocalmente para preparar su voz y enfrentar la exigencia del personaje, lo que demuestra su dedicación y pasión por el arte de la actuación.
Durante la promoción del filme, Jolie ha compartido momentos de su experiencia, recordando cómo tuvo que superar sus miedos antes de grabar una escena crucial con muchos extras. “Estuve terriblemente nerviosa. Mis hijos estaban allí y ayudaron a cerrar la puerta para que nadie más entrara. Yo temblaba”, confesó la actriz. Esta vulnerabilidad que mostró durante el rodaje resuena con la historia de Maria Callas, quien también experimentaba un intenso nerviosismo antes de sus actuaciones. Callas era conocida por su emotividad y su capacidad de transmitir la profundidad de sus personajes, un rasgo que ha sido elogiado por críticos a lo largo de su carrera.
Un crítico de The New York Times escribió sobre Callas, describiéndola como “extrañamente vulnerable y humana para ser una leyenda”. Estas mismas palabras podrían aplicarse a Jolie en su interpretación de la diva de la ópera. Ambas mujeres comparten historias de amor complicadas y desilusiones que las llevaron a enfrentarse a la soledad. Angelina, por su parte, está a punto de cumplir 50 años, la misma edad que Callas tenía cuando se recluyó en su apartamento parisino, alejándose de los reflectores y, según muchos, dejándose morir de amor a la temprana edad de 53 años.
El director Pablo Larraín ha elogiado la habilidad de Jolie para conectarse con su personaje de manera excepcional, diciendo: “Era tan real que solo la dejábamos actuar. Ella puede dejarte entrar cuando quiere y crear distancia cuando quiere. Es una danza de vulnerabilidad”. Esto plantea la pregunta: ¿Qué capítulos de su propia vida se habrá agarrado Angelina para interpretar la soledad y el dolor de Maria Callas de manera tan convincente? La vida de Callas tuvo un punto de inflexión significativo con su relación con Aristóteles Onassis, un amor que definió su existencia. De manera similar, la vida de Jolie también se puede dividir en un “antes” y un “después” de Brad Pitt.
La historia de amor entre Callas y Onassis estuvo marcada por la intensidad y el sacrificio. En 1968, después de casi una década de apasionados encuentros, Callas descubrió en un periódico que Onassis se casaría con Jacqueline Kennedy. Esta noticia la devastó, y en sus propias palabras, fue “como recibir un golpe en la cabeza”. Callas había renunciado a su carrera por él, y su dolor era palpable: “Rezo a Dios para que me ayude a superar este momento”. El matrimonio entre Jackie y Aristóteles tuvo sus propios altibajos, pero Callas nunca dejó de sentir el impacto de esa relación, incluso después de la muerte de Onassis en 1975. “Mi aventura con Onassis fue un fracaso; mi amistad con él, un éxito”, confesó, revelando que aunque su amor no tuvo un final feliz, siempre hubo una conexión emocional entre ellos.
Por otro lado, Angelina Jolie no ha dejado que la tristeza la consuma. Tras su separación de Brad Pitt en 2016, se ha mantenido fuerte, centrada en su familia. La relación de Jolie y Pitt fue, en su momento, una de las más admiradas de Hollywood, pero su ruptura fue inesperada y llena de desafíos. La actriz ha expresado que tomó la difícil decisión de separarse “por el bienestar de mi familia”. Desde entonces, ha seguido sanando junto a sus seis hijos, quienes son su prioridad y su mayor fuente de apoyo.
A pesar de que Callas murió en soledad, Jolie cuenta con el respaldo incondicional de sus hijos. La actriz y sus hijos forman un fuerte lazo familiar, lo que le proporciona una base sólida en medio de la tormenta mediática y las dificultades legales en las que se ha visto envuelta con Pitt. La separación fue una experiencia dolorosa, pero Jolie ha tratado de proteger a sus hijos de la atención negativa de los medios: “Algunos se han aprovechado de mi silencio y los niños ven mentiras sobre ellos en los medios, pero les recuerdo que conocen su propia verdad y su propia mente”.
A diferencia de Maria Callas, que enfrentó la vida sola, Angelina ha encontrado en sus hijos una razón para seguir adelante. La historia de Callas es trágica, marcada por el amor y la pérdida, y su vida fue objeto de especulaciones tras su muerte en 1977. Al igual que la actriz, Callas fue un ícono y su legado perdura. La muerte de Callas fue una pérdida devastadora para los amantes de la ópera, y el obituario publicado en The New York Times dejó un vacío irreparable en el mundo de la música: “Maria Callas, la soprano cuyas interpretaciones intensamente dramáticas la convirtieron en la cantante de ópera más emocionante de su época, falleció ayer de un ataque al corazón en su casa de París”.
Algunos sugirieron que Callas pudo haber muerto de amor, una idea romántica que se ha discutido ampliamente. En 2001, el escritor Nicholas Cage publicó Fuego Griego, una crónica sobre la relación de Callas con Onassis, revelando que la cantante, embarazada de él, ocultó su embarazo durante ocho meses y dio a luz a un bebé prematuro que solo vivió dos horas. Esta tragedia es un reflejo de las profundas pérdidas que Callas enfrentó en su vida.
El impacto de su vida y su muerte ha dejado una huella en la cultura popular, y las palabras de Callas sobre la defensa personal resonaron a través de las décadas. En una época en la que la mujer estaba luchando por su lugar en la sociedad, Callas se destacó y, a pesar de las críticas, se defendió con fuerza. “Saberse defender y salir victoriosa no es una falta, sino algo bueno”, decía. Esta misma fortaleza podría aplicarse a Angelina Jolie hoy en día. Ambas mujeres, a pesar de sus diferencias en contexto y época, comparten un hilo común: una extraordinaria fragilidad entrelazada con un talento arrollador.
A medida que Angelina Jolie continúa su carrera y enfrenta sus propios desafíos, su historia se entrelaza con la de Maria Callas, resaltando la complejidad de ser una mujer en el ojo público. Tanto Callas como Jolie han vivido la intensidad del amor, la pérdida y la lucha por mantener su identidad en medio de las adversidades. La vida de ambas divas es un recordatorio de la belleza y el dolor que conlleva el arte, así como de la fortaleza que se necesita para sobrevivir en un mundo que a menudo puede ser cruel.
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