El rugido de la famosa melodía de Misión Imposible volvió a sonar, pero esta vez en las escaleras del Grand Théâtre Lumière del Festival de Cine de Cannes, donde Tom Cruise presentó la cinta Mission Impossible: The Final Reckoning y se llevó una ovación de casi seis minutos.

La emblemática frase “Tu misión, si decides aceptarla…” resonó una vez más, acompañada del anuncio que ya es parte del ADN de la saga: “Esta cinta se autodestruirá en cinco segundos”. Y no era para menos. La nueva entrega, que marca tres décadas desde el inicio de la franquicia, fue recibida con entusiasmo por un público que reconoció tanto el espectáculo como la entrega física del actor, que a sus 62 años sigue rodando él mismo cada escena de acción.

Cruise se sumerge (literalmente) en esta entrega: desde una compleja secuencia submarina grabada en una gigantesca maqueta de estudio, hasta una vertiginosa persecución aérea sobre un avión de hélices. Incluso protagoniza una escena buceando bajo una capa de hielo en el mar de Bering… en calzoncillos. Su resistencia física es tan protagonista como él mismo.

La cinta plantea una trama enredada donde la humanidad se enfrenta a una amenaza de inteligencia artificial. Pero además del vértigo y la tensión, hay paisajes que deslumbran: Sudáfrica, Noruega y Puglia, Italia, sirven como telón de fondo para esta carrera contrarreloj.

Aunque originalmente se planteó como el cierre definitivo de la saga, Cruise esquivó confirmar si habrá más misiones por venir. Lo que sí dejó claro es su gratitud por estos 30 años al frente de una franquicia que ha evolucionado con él.

El director Christopher McQuarrie, emocionado por la recepción del público, reconoció el trabajo del elenco y el desafío que implicó completar esta producción tras siete años marcados por la pandemia y huelgas en Hollywood. “La experiencia en la gran pantalla es la razón por la que lo hacemos”, dijo conmovido.

El filme, que se estrena mundialmente entre el 21 y el 23 de mayo, es la segunda parte de Dead Reckoning Part One (2023), que recaudó 571 millones de dólares a nivel global.

Presencia mexicana en Cannes
La alfombra roja también brilló con la presencia de figuras latinas. Belinda, Renata Notni y Eva Longoria representaron a México y Latinoamérica como embajadoras de una reconocida marca de belleza, la cual entregó por cuarto año consecutivo el premio L’Oréal Paris Lights on Women’s Worth, dedicado a directoras emergentes.
Belinda acaparó miradas con un vestido negro de alta costura de Sabina Bilenko, con bordados dorados y detalles en cut out, reafirmando su lugar entre las mejor vestidas del festival.

Cannes vivió una noche de estrellas, acción, glamour y ovaciones. Y aunque nadie sabe si habrá más misiones imposibles, Tom Cruise demostró que, al menos por ahora, él sigue siendo el agente más intrépido del cine.