Fue la soberana más longeva de la historia de Reino Unido, con 70 años de reinado a sus espaldas. La salud de Isabel II,quien murió hoy, fue siempre envidiable hasta este 2022, en el que cumplió los 96 años. Con una agenda pública cada vez más reducida, y faltas repentinas a actos en los que estaba confirmada su asistencia, el aspecto de la monarca fue cada vez más frágil.

En junio de 2022, la reina se perdió varias de sus festividades del Jubileo, que celebraba su 70º aniversario en el trono, debido a problemas de salud. Ya entonces, en los festejos que se hicieron en su honor, fue sustituida por sus hijos y nietos, y en los actos en los que sí aparecía dejó patente su debilidad.

Este mismo año se contagió de COVID-19. Fue en febrero y lo pasó con síntomas leves, aunque la monarca confesó poco después de dar positivo que se había quedado exhausta tras la infección.

Por otra parte, la reina había sufrido un profundo impacto psicológico cuando el pasado 9 de abril muriera su esposo, el príncipe Felipe, a los 99 años. Poco antes había sido hospitalizado y sometido a una intervención cardíaca. Felipe de Edimburgo se había retirado de las actividades públicas en 2017.

En marzo de 1993, el príncipe Eduardo la reemplazó en varios compromisos porque tenía gripe. También ese año la reina tuvo que recibir tres puntos de sutura en la mano izquierda tras ser mordida por uno de sus perros, pero se negó a cancelar una visita a una fábrica de bolsos.