Patrick Dempsey, famoso por su papel en Anatomía de Grey, fue el invitado estrella este lunes en El Hormiguero. A sus 58 años, el actor estadounidense repasó su exitosa carrera, que incluye películas como Encantada, Made of Honor, El diario de Bridget Jones 3 y Sweet Home Alabama. También compartió detalles sobre sus nuevos proyectos y desafíos, además de abrirse sobre aspectos más personales de su vida.
Patrick Dempsey, el famoso actor conocido por su papel en Anatomía de Grey, fue el invitado especial de este lunes en El Hormiguero. Durante la entrevista, compartió detalles sobre su carrera y vida personal. En su visita a España, comentó su amor por el país, especialmente por Barcelona, donde estuvo recientemente para inaugurar la primera boutique de TAG Heuer. También recordó con cariño cómo su primer sueldo lo usó para comprar un coche clásico, un Cabrio del 63, que aún conserva.
El actor habló con entusiasmo sobre su pasión por los coches, destacando su participación en la película Ferrari, donde pudo combinar su amor por el motor y la actuación. Sin embargo, también compartió algunos momentos difíciles durante el rodaje, como el peligro que representaban los coches a gran velocidad sin las medidas de seguridad adecuadas.
En cuanto a su exitosa etapa en Anatomía de Grey, Dempsey rememoró sus once temporadas y el arduo trabajo en el set, grabando entre 12 y 14 horas al día. A pesar de la exigencia, destacó el impacto positivo de la serie, que incluso inspiró a muchos a estudiar medicina. También reveló con humor una anécdota en la que, estando en un avión, algunos pasajeros lo miraron esperando que él fuera un médico real.
El actor también aprovechó la oportunidad para hablar de su madre, quien luchó contra el cáncer de ovario durante años y falleció en 2014. Dempsey creó el Dempsey Center para ayudar a las personas que atraviesan por la enfermedad, ofreciendo apoyo emocional y físico a los pacientes y sus familias.
Por último, Dempsey se abrió sobre su infancia y la dislexia, que le fue diagnosticada tarde. Aunque reconoció que fue difícil ser actor con dislexia, destacó cómo el deporte y otras pasiones, como el monociclo y los malabares, lo ayudaron a desarrollar confianza y autoestima.
Actualmente casado con Jillian Fink y padre de tres hijos, Patrick recordó su experiencia al mudarse a Nueva York a los 17 años para seguir su sueño, algo que no podría imaginar para sus propios hijos en la actualidad.
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