El pasado miércoles, familiares y amigos se reunieron en Wolverhampton para despedir a Liam Payne, el exintegrante de One Direction cuya trágica muerte en Buenos Aires conmovió al mundo. En una ceremonia íntima, el funeral fue un homenaje lleno de amor y respeto hacia un talentoso joven que alcanzó la cima del éxito, pero que también enfrentó profundas batallas personales.

Liam falleció el 16 de octubre tras caer del tercer piso de un hotel en Buenos Aires. El artista, de 31 años, había viajado a Argentina junto a su prometida, Kate Cassidy, para asistir al concierto de su excompañero de banda, Niall Horan. Lo que comenzó como una escapada tranquila terminó en una tragedia que dejó un profundo vacío en su familia y en sus fans.

La ceremonia, organizada con esmero por sus padres, Karen y Geoff Payne, fue un acto íntimo pero lleno de significado. Contó con la presencia de sus antiguos compañeros de One Direction: Harry Styles, Louis Tomlinson, Niall Horan y Zayn Malik, quienes lo recordaron como un amigo y hermano insustituible. En un comunicado conjunto, publicado por The Sun, expresaron: “Liam siempre será parte de nosotros. Atesoraremos cada recuerdo y lo extrañaremos eternamente”.

La autopsia realizada en Argentina reveló la presencia de una combinación de sustancias y un antidepresivo en su organismo, lo que habría incrementado su vulnerabilidad. Tres personas enfrentan cargos preliminares por abandono de persona y suministro de estupefacientes, profundizando el dolor de sus familiares, quienes buscan respuestas sobre lo sucedido.

Durante la emotiva despedida, Geoff Payne dedicó unas palabras conmovedoras a su hijo, recordando al joven que conquistó millones de corazones desde Wolverhampton. Geoff también asumió la difícil tarea de viajar a Buenos Aires para repatriar los restos de Liam, un proceso marcado por la tristeza que se prolongó durante semanas. Karen y sus hijas, Nicola y Ruth, permanecieron a su lado en todo momento, demostrando la fortaleza y unidad de la familia en medio de su dolor.