“Tras ocho años de su peculiar interpretación de ‘La Guadalupana’, Itatí Cantoral regresó a la Basílica de Guadalupe para rendirle homenaje a la Virgen morena en su día, esta vez sin errores que empañaran su actuación. La actriz sintió que, finalmente, saldó la deuda que tenía desde aquel 12 de diciembre de 2016.”

Desde que TV Azteca anunció que Itatí Cantoral sería una de las artistas destacadas en su cobertura de “Mañanitas a la Virgen”, su nombre rápidamente se hizo viral en redes sociales. Aunque ya han pasado varios años desde su controvertida interpretación de “La Guadalupana”, en la que se especuló que cantó en estado de ebriedad, el público no olvida ese momento tan peculiar, en el que arrastró las palabras y, en algunas estrofas, hasta gritó. Este episodio, que se convirtió en un bochornoso incidente en su carrera, ha sido recordado cada 12 de diciembre, pero con el tiempo, Itatí ha logrado tomarse este recuerdo con humor. Se ha sumado a aquellos que siguen rememorando con simpatía la forma tan inusual en que cantó a “la morenita”, convirtiéndose incluso en parte del folklore de ese evento.

De hecho, a tan solo unas horas de volver a cantar ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, la actriz compartió un video en el que aparece acompañada de su hija, María Itatí. Con su característico sentido del humor, Itatí tranquilizó a sus seguidores y les prometió que no cometería el mismo error de antaño. “Se los prometo, no voy a cantar ‘La Guadalupaaaanaaa'”, dijo, imitando el tono peculiar con el que había cantado en 2016, y dejando claro que no habría repetición de aquel famoso momento.

Y como lo prometió, Itatí cumplió. Aunque se encontraba nuevamente frente a la figura de la Virgen de Guadalupe, esta vez eligió interpretar una pieza distinta: “Mi virgencita morena”, una canción compuesta por su hermano, José Cantoral, a la que le imprimió todo su cariño y devoción. Junto a su hija, María Itatí, la actriz ofreció una interpretación llena de emoción y respeto, mostrando lo mucho que ha crecido y aprendido desde aquel recordado episodio. Itatí expresó su satisfacción por la actuación, sintiendo que, finalmente, había saldado una deuda pendiente. “Fíjate, le canté mal y ahora ya le canté bien”, dijo con una sonrisa de satisfacción al programa Venga la alegría.

Además de su participación como cantante, Itatí también fungió como conductora del especial, lo que no pasó desapercibido en redes sociales. Los usuarios, como era de esperarse, no tardaron en bromear sobre el evento, sugiriendo que muchos habrían preferido que la actriz fuera la encargada de cantar “La Guadalupana” nuevamente, recordando con humor el momento que marcó su carrera. Sin embargo, este regreso a la Basílica fue para Itatí un cierre simbólico, demostrando que, con el tiempo, ha dejado atrás esa anécdota y ha vuelto a ofrecer su tributo a la Virgen con el respeto y la emoción que siempre mereció.