Quincy Jones, el legendario productor musical que colaboró con grandes como Frank Sinatra y Michael Jackson, falleció a los 91 años. La noticia fue reportada inicialmente por Associated Press y más tarde confirmada por su publicista, Arnold Robinson, a la revista People. Jones murió el domingo 3 de noviembre en su hogar en Los Ángeles, rodeado de su familia.
Con el corazón lleno pero destrozado, compartimos la noticia del fallecimiento de nuestro querido Quincy Jones”, expresó su familia en un comunicado. “Aunque esta es una pérdida incalculable para nosotros, celebramos la vida extraordinaria que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él. Era verdaderamente único, y lo extrañaremos profundamente. Nos reconforta y enorgullece saber que el amor y la alegría que fueron su esencia se compartieron con el mundo a través de todo lo que creó. A través de su música y su inagotable amor, el espíritu de Quincy Jones latirá por siempre”.
Quincy Jones, nacido el 14 de marzo de 1933 en Chicago, inició su carrera como trompetista en bandas de jazz junto a leyendas como Lionel Hampton y Dizzy Gillespie, y sus logros musicales son incontables. Como productor y arreglista, Jones estuvo detrás del éxito de grandes íconos de la música, entre ellos Frank Sinatra, Michael Jackson, Paul Simon y Aretha Franklin.
Entre sus logros más destacados, Jones produjo It’s My Party para Lesley Gore cuando la cantante tenía solo 16 años; el sencillo llegó al número uno, catapultándola a la fama. En los años 70, produjo cuatro álbumes para el dúo de funk The Brothers Johnson, todos ellos certificados platino y con éxitos como I’ll Be Good to You, Strawberry Letter 23 y Stomp! en el Top 10 de Billboard.
Sin embargo, su éxito más notable llegó al colaborar con Michael Jackson, produciendo tres de los álbumes en solitario más influyentes del artista: Off the Wall (1979), Thriller (1982) y Bad (1987). Thriller se convirtió en el álbum más vendido de todos los tiempos, consolidando a Jackson como una superestrella mundial. Canciones como Billie Jean y Beat It marcaron los años 80 y se convirtieron en himnos de la época.
Además, Jones fue coproductor y director del proyecto We Are the World, escrito por Michael Jackson y Lionel Richie para combatir la hambruna en África. La canción se convirtió en el sencillo más vendido de 1985 y ganó cuatro premios Grammy. El legado de Quincy Jones sigue vivo en cada nota de su vasta obra y en el impacto eterno que dejó en la música.
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