Después de unos años 80 gloriosos donde las hombreras y la filosofía del más es más.
conformaron una época dorada difícil de superar, llegaron los 90. Una década prodigiosa y variada en lo que a moda se refiere. Desde el estilo grunge de Kurt Cobain y Courtney Love hasta el movimiento Spice Girl pasando por la aguja afilada de Gianni Versace.
Dicen que todo esta inventado hasta el cambio de milenio y que en la última década fue una explosión de new age con una grieta de períodos anteriores. De la pasarela a la calle, repasamos las cinco tendencias que gobernaron durante el reinado de las Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Cindy Crawford.
El minimalismo cobró forma para darle un sentido a la generación X que había perdido los referentes estéticos entre tanto cardado y color. ¿Y qué mejor contraste que el Black and White? Ninguno. Las alfombras rojas y las fiestas de alta socialité se vieron abocadas a la elegancia y sencillez sin tecnicolor.
Como máximo exponente de esta tendencia está el Slip Dress, popularizado por una jovencísima Kate Moss allá por 1993. El vestido lencero consiguió hacerse un hueco en el armario de lo imprescindible del cual no va a salir.
Con el “smells like teen spirit” sonando de fondo se rompía con todo lo establecido. Un grito a la rebeldía y a la ruptura de los prejuicios sociales. Considerada la tendencia de la antimoda donde el cuero, las camisas de cuadros y la ropa de segunda mano tuvieron un alarde de importancia. Aún así tuvo sus detractores. Jean Paul Gaultier llegó a declarar que “el grunge no es más que una forma de vestir cuando no tenemos dinero”. Pero el diseñador francés no convenció a un recién licenciado Marc Jacobs, que en su desfile de 1992 nos dio las claves del grunge sin despeinarse. Ah no, perdón, que había que alborotarse la cabellera.
Aunque la reina del pop siempre ha sido Madonna, todo reino tiene sus princesas. Britney Spears y Christina Aguilera **querían el cetro y la corona, todo ello a ombligo descubierto. Por tanto eran fieles aliadas al crop top del que Gianni Versace ni podía ni se quería separar. El afamado diseñador de Calabria era un fan declarado de esta prenda que explotó en las curvas de Liz Hurley y de otras tantas de sus musas.
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