Dulce María se ha convertido en un ícono del 2000 en México, dejando una huella imborrable en toda una generación. Su estilo, que floreció en esa época dorada, ahora es un referente para las nuevas amantes de la moda que idealizan esos años.
La moda tiene una forma única de reinventarse, fusionando el pasado y el futuro de manera no lineal. Las tendencias regresan una y otra vez, como una constante ola de nostalgia, y no solo la música nos hace recordar, también lo hacen las prendas. El Y2K, tendencia que marcó el 2000, revive hoy con una nueva interpretación, y Dulce María es la prueba perfecta de cómo traerla de vuelta con estilo.
Indie-Sleaze al estilo Dulce María
Si bien la moda de los 2000 abarca desde los brillos al estilo de Paris Hilton hasta las it-bags clásicas, también tiene una fuerte influencia del estilo indie, especialmente representado por figuras como Alexa Chung. Dulce María se apropia de esta estética pero con un toque sofisticado, eligiendo vestidos negros cortos acompañados de una chaqueta de flecos y botines, evocando la energía de los conciertos de rock de esa época.
El vestido corto y las botas altas
Los vestidos de brillos, de acabados elaborados y minimalistas, fueron una declaración de maximalismo en los 2000. Dulce María retoma esta fórmula, combinándola con botas altas de efecto cuero que alargan la figura, creando un look lleno de sensualidad y actitud.
Reminiscencias boho chic
La estética boho resurgió en el inicio de los 2000, influenciada por el fenómeno Coachella. Dulce María se apropia de este estilo con vestidos cortos y fluidos, botines con detalles de spikes y cinturones anchos que marcan la figura, todo en una paleta de colores como el verde esmeralda metálico, que resalta el contraste con el negro. Este look se convierte en un referente eterno del estilo Y2K.
Dulce María no solo es un ícono de la moda Y2K, sino también una figura clave en la historia del entretenimiento mexicano. Sus looks no son solo una evolución de estilo, sino una forma de experimentar con las tendencias, recordándonos que en la moda, el tiempo no sigue un hilo lineal, es el verdadero protagonista.
Comments