Descubre a Talia, la hija de Erik Menéndez, que está causando gran controversia.

A través de un guion sorprendente e impactante que a menudo invita a pulsar el botón de ‘pausa’, la serie examina los motivos que llevaron a los hermanos Menéndez a cometer un crimen atroz en 1989, disparando a sus padres hasta 16 veces con una escopeta. A la par, profundiza en las acusaciones de abuso físico, emocional y sexual que sufrieron a manos de sus progenitores, dejando al espectador cuestionándose quiénes son los verdaderos villanos de la historia.

Lo innegable es que, en 1996, Lyle y Erik fueron declarados culpables de asesinato en primer grado y condenados a cadena perpetua, sin opción a libertad condicional, siendo enviados a prisiones de máxima seguridad separadas. Ahora, tras más de 22 años, ambos cumplen condena en el Centro Correccional RJ Donovan en San Diego, California, y continúan luchando por un nuevo juicio, respaldados por sus familias. A pesar de estar tras las rejas, ambos hermanos están casados: Lyle se casó en 1993 con Anna Eriksson, una recepcionista convertida en modelo que conoció por carta, y luego con Rebecca en 2003. Erik, por su parte, se casó en 1999 con Tammi, a quien también conoció por correspondencia y que ya era madre de una niña llamada Talia.

Recientemente, Talia compartió una actualización importante sobre la situación de su “papá” y su tío, anunciando que en los próximos 60 días, la oficina del fiscal del distrito de Los Ángeles tomará una decisión sobre la apelación presentada el año pasado, que busca la libertad de Erik y Lyle. “Como todos saben, hay nueva evidencia que demuestra el abuso que sufrieron durante décadas y que fue excluida del nuevo juicio. Estoy rezando para que el fiscal y el juez tengan compasión, no solo por lo que mi padre y mi tío pasaron, sino también por nosotros, la familia, que los queremos en casa”, escribió Talia en redes sociales.

Además, Talia pidió respeto y privacidad para su familia, recordando que la serie ha revivido un caso que muchos consideraban olvidado. “A todos los reporteros que se presentan en nuestras casas, por favor, dennos nuestra privacidad. Esto ya es bastante difícil y lo hace diez veces más complicado tener a los medios listos con lápiz y papel para hacer preguntas”, reclamó.

A pesar de la presión mediática, Talia no descarta hablar públicamente en el futuro, pero pidió encarecidamente que, “hasta entonces, se respete la privacidad de nuestra familia, especialmente en la comodidad de nuestro hogar”.