La noticia de que Camila Sodi ha iniciado un proceso de sanación emocional ha conmocionado a sus seguidores y seres queridos. La actriz compartió en sus redes sociales que ha comenzado una terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), un tratamiento utilizado para abordar recuerdos traumáticos. Esta decisión fue tomada después de la partida de su madre, la escritora Ernestina Sodi.

La pérdida de su madre, Ernestina Sodi, quien falleció el 8 de noviembre a causa de complicaciones tras dos infartos, dejó una profunda huella en Camila Sodi, quien ha buscado apoyo terapéutico para superar el dolor. A través de una publicación en Instagram, la actriz compartió su entusiasmo por iniciar una terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), comparándola de forma ligera con la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Camila expresó que esta terapia le permitiría “borrar” recuerdos dolorosos y empezar de nuevo. El EMDR es un tratamiento reconocido por su eficacia en el tratamiento de traumas psicológicos, ayudando a las personas a procesar experiencias difíciles, como las vividas por víctimas de abuso o veteranos de guerra.

Esta terapia utiliza movimientos oculares dirigidos para procesar recuerdos traumáticos, reduciendo la intensidad de las emociones negativas asociadas a ellos. Según Camila, este tratamiento le permitirá transformar sus vivencias dolorosas en recuerdos más fáciles de manejar, lo que representa un paso importante en su proceso de sanación. Aunque la actriz bromeó sobre los efectos de la terapia, mencionando su deseo de “salir como nueva”, reconoció la importancia de encontrar herramientas que favorezcan la recuperación emocional.

La decisión de Camila también generó reacciones dentro de su familia. Laura Zapata, tía de Camila y hermana de Ernestina, fue cuestionada sobre el tratamiento en una reciente entrevista para el programa Venga la alegría. A pesar de la distancia emocional con la familia Sodi, Laura expresó su apoyo a la decisión de su sobrina, deseándole lo mejor en su proceso. “Qué bueno, si ella cree en eso y que le sirva”, comentó Zapata, subrayando la importancia de que cada persona siga el camino que considere más adecuado para su bienestar emocional.

Sin embargo, Laura también aclaró que no ha tenido contacto cercano con la familia desde el fallecimiento de Ernestina, debido a conflictos familiares previos, como el secuestro que sufrió junto a Ernestina en 2002, lo que afectó profundamente su relación. Además, la publicación del libro Líbranos del mal de Ernestina, que insinuaba la implicación de Laura en dicho secuestro, generó más fricciones entre ambas. Ante los rumores sobre una posible reconciliación tras la muerte de Ernestina, Laura respondió de manera tajante, asegurando que no ha existido acercamiento alguno con su familia. “No, señor, no hay acercamiento”, afirmó rotundamente. A pesar de los desacuerdos, Laura destacó la importancia de mantenerse fuerte frente a las adversidades y afirmó que los hechos reales no deben derribar a nadie.