En el octavo aniversario de la muerte de Juan Gabriel, Silvia Urquidi, exmánager y amiga cercana del icónico cantante, ha revelado detalles inquietantes sobre los días previos a su fallecimiento y el día de su muerte. En una entrevista con TVNotas, Silvia Urquidi ofreció información que brinda nuevas perspectivas sobre la muerte del artista. Urquidi subrayó que lo verdaderamente inquietante no es el litigio que mantiene con Iván Aguilera, hijo de Juan Gabriel, y el abogado Guillermo Pous, sino los misterios y posibles irregularidades relacionadas con el fallecimiento del Divo de Juárez.

Según Urquidi, días antes de su muerte, Juan Gabriel le dijo: “Me quieren matar”. Esta inquietante declaración también fue escuchada por el psiquiatra Dr. Gómez, amigo cercano del cantante, quien estuvo con él en Los Ángeles dos días antes de su fallecimiento. Urquidi mencionó que Juan Gabriel estaba en un estado de salud deteriorado y había expresado al Dr. Gómez su preocupación por su hijo Iván, quien, según el cantante, lo estaba explotando.

La situación se complicó aún más cuando Juan Gabriel sufrió un desmayo tres días antes de su muerte mientras caminaba por la playa. A pesar de su crítico estado, Iván no lo llevó al hospital, algo que, según Urquidi, constituye una grave negligencia. Urquidi también puso en duda la autenticidad de las cenizas que Iván Aguilera presentó en Bellas Artes, argumentando que Iván las manejó con “frialdad” porque sabía que no eran las de su padre. Según ella, el hijo biológico de Juan Gabriel, Luis Alberto Aguilera González, sería el encargado de confirmar que las cenizas no pertenecían al Divo de Juárez.

Urquidi también dudó de la autenticidad de las cenizas que Iván Aguilera mostró en Bellas Artes, alegando que Iván las manipuló con “frialdad” porque sabía que no eran las de su padre. Según Urquidi, Luis Alberto Aguilera González, el hijo biológico de Juan Gabriel, sería el que finalmente confirmaría que las cenizas no eran del Divo de Juárez. “El peor error que cometieron fue demandarme, por todo lo que sé. Iván tenía 9 años cuando compré las propiedades de Juan Gabriel”, “Me molesta que digan que Juan Gabriel está vivo. Yo tengo las actas de defunción y en la morgue está la sangre que le sacaron. Yo vivo tranquila. Si algo me pasa, la ley se iría tras Iván. Todo lo dejo en manos de Dios”, concluyó.

Finalmente, Urquidi advirtió sobre los peligros que enfrenta por lo que sabe y expresó su descontento con la idea de que la gente crea que el cantante está vivo y oculto en algún lugar.