La guerra se ha trasladado al terreno del entretenimiento y lo virtual. El conflicto reciente entre Rusia y Ucrania pone en jaque las relaciones que Rusia mantiene con distintos conglomerados internacionales, incluidos los de la comunicación. 

Netflix se ha unido también a la refriega y a las tensiones incesantes que comenzaron desde la madrugada aciaga del 24 de febrero, cuando Rusia dio inicio al ataque en Kiev en un acto subrepticio que ha modificado el rumbo de la historia contemporánea.

La legislación resultó polémica en todo sentido. Netflix ha rechazado la nueva política impuesta, haciendo eco al hecho de que Meta (que agrupa Facebook, Instagram, Whatsapp) limitara el uso de sus redes sociales a la cadena de televisión internacional RT y a la agencia Sputnik, ambas afiliadas y financiadas por el estado ruso.