En un país donde las desigualdades de género obstaculizan el liderazgo femenino en las empresas, estas son cuatro de las emprendedoras mexicanas que están marcando la pauta por su labor destacada y su posicionamiento como figuras de innovación y el liderazgo.
Millones de mexicanas manejan su propio negocio en México; sin embargo, la mayoría lo desarrolla en la informalidad y sin acceso a fuentes de financiamiento, lo que dificulta el éxito del emprendimiento femenino, de acuerdo con cifras del INEGI.
En este contexto, destacamos la labor de 4 emprendedoras mexicanas que han sido reconocidas por su ejemplo: Marcela Torres, de Holacode; Fabiola Ortiz, de Mujeres Conectadas; Deborah Dana, fundadora de Canasta Rosa y Claudia Magdaleno, de Cherry Pink.
1. Marcela Torres: negocio financiero con causa
Marcela Torres es la fundadora de Holacode, una start-up que capacita a migrantes en México para que puedan desarrollar software y trabajar como programadores.
Reconocida por el MIT Technology Review entre los “Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019”, Torres encabeza este emprendimiento social que -además de ser lucrativo- está generando un impacto en el desarrollo de comunidades migrantes.
En el programa de Holacode, los migrantes tienen la oportunidad de aprender programación y obtener una certificación. Además, reciben un préstamo de manutención durante sus estudios, tres comidas al día y servicios de apoyo emocional.
Además, los préstamos se pagan hasta que el egresado obtiene un empleo. ¿El resultado? Más de 300 migrantes ya han tenido la oportunidad de aprender programación y desarrollo de software en Holacode.
2. Claudia Magdaleno: crecer en grande
Cherry Pink nació de la mano de la emprendedora Claudia Magdaleno en su habitación, con una inversión de 4 mil pesos, y se convirtió en una de las tiendas de ropa en línea más importantes de México.
La historia de Claudia, como la de muchas otras emprendedoras, refleja esfuerzo, constancia y pasión. Siempre hay factores externos que ponen trabas en el camino, pero es más difícil lograr corromper la pasión del emprendedor.
Claudia, sin ir más lejos, empezó vendiendo en Guadalajara y hoy ya realiza envíos internacionales, gracias a su tienda en línea y su actividad en plataformas como Mercado Libre, Marketplace líder en América Latina.
Particularmente en el negocio de la indumentaria, hoy en día es fácil superar el monto mínimo para que el envío sea gratuito. De esta forma, se fideliza a los clientes que les gusta una marca independiente, de acuerdo con un reporte de Real Trends.
En Mercado Libre, Cherry Pink ya tiene más de 6 mil 500 ventas de un solo producto, que ha sido en repetidas ocasiones el más vendido de toda la categoría «Moda» a nivel nacional. ¿Te imaginas todo lo que perdimos por no estar en Mercado Libre antes?”, expresó Claudia en una entrevista.
3. Fabiola Ortiz: crear alianzas para las mujeres
Ante la sequía de emprendedoras mexicanas en tecnología, en el 2019 Fabiola Ortiz creó Mujeres Conectadas, una plataforma conocida como “el tinder de los negocios” porque conecta a las empresas con emprendedoras en tecnología, con el objetivo de generar alianzas.
¿Su misión? Impulsar a mujeres en sectores de teleinformación y crear las condiciones adecuadas que permitan su inclusión y liderazgo con igualdad de oportunidades en los ámbitos público, privado, académico y social.
Mujeres Conectadas ya reúne a más de 3 mil empresarias, de acuerdo con la plataforma de emprendimiento femenino Dalia Empower.
4. Deborah Dana: atención a las microempresarias
En su trayectoria como emprendedora e inversionista, en la que fundó el portal de recetas Kiwilimón y un fondo de venture capital, Deborah Dana se dio cuenta de la falta de apoyos para las microempresarias en México.
Por eso, decidió crear Canasta Rosa, una plataforma digital que ayuda a crecer a las microempresarias a vender más a través de canales digitales. Y lo logra a través de tres grandes servicios:
- Market: un marketplace especializado.
- Inspire: contenidos de marketing para que puedan posicionarse.
- PRO: servicios de cursos, acompañamiento y consultoría.
Las historias de estas emprendedoras mexicanas tienen algunos factores en común, como el aprovechamiento de la tecnología, un enfoque fresco e innovador y la búsqueda de alianzas y redes para crecer con apoyo y ayudar a más mujeres a emprender o llegar a puestos directivos.