Todos queremos ser personas exitosas, alcanzar nuestras metas y sueños. Para lograrlo, procuramos prepararnos en los estudios, en el trabajo, así es como nos han enseñado que podemos llegar a la cima. Sin embargo, lo que no nos dicen es que somos el resultado de nuestros hábitos, y que algunos de estos pueden ser dañinos y convertirse en verdaderos obstáculos en nuestro camino al éxito.

Esta demostrado que saber identificar lo positivo y lo negativo de nuestro comportamiento tiene un poderoso efecto en la consecución de nuestras metas más preciadas. Así como emprendedores que queremos innovar y alcanzar grandes cosas, es de vital importancia que identifiquemos y eliminemos esos hábitos dañinos que tienen el poder de sabotear nuestro camino hacia el triunfo.

Estos son los 10 hábitos que debes eliminar para que nada se interponga en tu camino al éxito.

La dispersión

Un hábito dañino que cualquier emprendedor es dispersar la energía haciendo varias cosas a la vez, sin concentrarte en la tarea más importante o prioritaria. Por ejemplo el correo electrónico y las redes sociales, en las cuales participamos activamente. Escoge un momento determinado para responder los correos y revisar las redes, o estas absorberán tu tiempo sin que te des cuenta.

Decir “Sí” a todo.

Para los emprendedores jóvenes de hoy constituye un factor clave aprender a dejar de decir “sí”, porque expresa ante todo la dificultad para expresar la negativa cuando es necesario hacerlo.

El sedentarismo

Si lo que queremos es lograr el éxito con nuestro emprendimiento, es necesario que mínimo dediques una hora diaria al ejercicio físico. El ejercicio es excelente para la salud del cuerpo y de la mente, y estudios recientes dicen que caminar favorece la creatividad y las nuevas ideas.

La mala alimentación

Una dieta equilibrada puede ser la expresión de una vida saludable y ordenada, y por tanto de una mente sana capaz de proyectarse al futuro con éxito. Recordemos que somos lo que comemos, y que una dieta chatarra no proveerá la energía que necesita nuestro cerebro y podría afectar nuestra salud.

La indecisión

Muchos autores afirman que no tenemos tantos problemas como decisiones que tomar. Siempre tenemos el poder de elegir entre distintas posibilidades donde son las decisiones las que tienen el protagonismo. Así, nuestras circunstancias de vida, sus acontecimientos y cambios, no son el resultado fatal de eventos externos sino de nuestras elecciones, en las cuales decidimos como interpretar y cómo enfrentar lo que nos pasa. Detrás de cada éxito resonante hay una decisión tomada con determinación.

No descansar lo suficiente

Dormir bien significa que recarguemos baterías y estemos listos para seguir el camino hacia la realización de nuestro proyecto. En tal sentido, tomemos en cuenta que llevar nuestra tablet o Smartphone a la cama entorpece la producción de malatonina, la hormona del sueño.

No planificar

Al disponer de una guía sistemática para las actividades, podrás ordenar mejor tus pensamientos y dirigir mejor tu energía. Desde la tarea más sencilla hasta la más compleja, pasando por aquellas rutinarias que son como el protocolo diario, la hoja de ruta siempre es un buen aliado.

La procrastinación

Posiblemente este sea el primer enemigo de los emprendedores. Definiendo el objetivo y elaborado el plan, resta la ejecución las acciones que te acercarán a tu meta. Sobre esto, es bien conocido el dicho: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. No pongas excusas, no puedes posponer la ejecución de las acciones.

Ser negativo

Pensamientos como “fracasará” “eso no es posible” “no puedes” , deben ser desterrados de tu mente. Entre los hábitos dañinos, este rivaliza con la procrastinación por el primer lugar entre los más tóxicos para el emprendedor. Si identificas este rasgo en ti, tal vez sea el mejor momento para convertirte en una persona optimista.

Inconstancia

Puede que después de llevar tu emprendimiento adelante por un tiempo, tu entusiasmo se debilite frente a obstáculos que nunca imaginaste que se presentarían. En este punto, pueden pasar dos cosas, que te rindas y renuncies a tu sueño, o que decidas aprender de cada obstáculo y perseverar hasta lograr tu cometido. La idea de tirar la toalla suele aparecer. Cuando esto ocurra, ignórala y sigue adelante.

Como podemos ver los malos hábitos pueden interponerse entre nosotros y nuestras metas, marcar una gran diferencia entre un intento fallido más y la llegada triunfal al puerto de nuestro sueños. En conclusión, identifiquemos esas prácticas negativas, cambiemos, y continuemos con confianza hasta llegar a la meta con los brazos abiertos.

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