El yoga trae todo tipo de beneficios para la salud: desde una mejor postura hasta una respiración más fluida. Si buscas tener flexibilidad, aumentar tu fuerza muscular, o mejorar tu equilibrio, esta es la práctica para ti. Hacer yoga puede ser como cualquier ejercicio: cuanto más hagas, más resultados tendrás y más progresarás en la práctica.
¿Cuánto tiempo lleva cambiar tu punto de vista? Solo hace falta un minuto, en opinión de Loren Fishman, especialista en dolor de espalda que estudió con Iyengar, un maestro de yoga reconocido, en la India. Dice a Greatist: «un minuto de meditación puede hacer que una persona que se siente frustrada, enojada o aburrida se sienta ingeniosa, amable y divertida».
Un minuto de meditación o una hora a la semana de yoga no te hará gimnasta ni provocará que bajes de peso… pero no se trata de eso. El efecto de esta práctica en la salud mental vale cada minuto. De acuerdo con Harvard, el yoga, además de reducir el estrés y la ansiedad que percibes, modifica las respuestas corporales al estrés, lo que disminuye la excitación fisiológica: reduce la frecuencia cardíaca, baja la presión arterial y calma la respiración. La respuesta del cuerpo es importante para manejar las situaciones del día a día que pueden provocar estrés.
«Practicar yoga una vez a la semana te da un tiempo cada semana para concentrarte en tu respiración, lo que te ayuda a estar presente […]. Te da un tiempo fuera del resto del mundo, y resetea tu sistema», dice Heidi Kristoffer, instructora de yoga en The Movement.
Así, aunque físicamente una hora de yoga no tenga los mismos efectos para la quema de calorías que una hora de ejercicio aeróbico, sí «destranca varias partes de tu cuerpo», en palabras de Kristoffer. Comprometerte con una clase semanal hará que tu flexibilidad mejore con el tiempo, y que se tonifiquen todos los músculos, lo que, por ejemplo, tiene el beneficio de reducir el dolor de espalda.
¿Cuál es el tiempo para practicarlo?
Una clase al mes, por ejemplo, dará efectos a corto plazo: estarás de mejor ánimo, dormirás bien y tendrás beneficios para tu digestión, por solo nombrar algunos. Pero estos no durarán por mucho, porque el yoga es mucho más que un entrenamiento puntual. «El yoga es una práctica de toda la vida», dice Amanda Murdock, instructora. «Si practicas varias veces a la semana, verás beneficios a largo plazo», explica.
Es más, si no tienes tiempo para asistir a una clase de una hora, puedes hacer diez minutos de posturas al levantarte, para comenzar tu día con un ánimo positivo, o antes de ir a la cama, para dormir mejor. Una investigación que estudió a cerca de 700 sujetos por más de 10 años descubrió que tan solo 12 minutos de práctica diaria fortalece los huesos lo suficiente como para revertir la pérdida ósea por osteoporosis.
Hacer secuencias cortas de yoga en tu casa todos los días (tan solo algunos saludos al sol) puede ser tan beneficioso como ir a clase. ¿Por qué? En la frecuencia está la clave. Si eres principiante, es mucho mejor recomendación acostumbrarte a hacer hasta media hora de yoga varias veces a la semana que asistir a clases largas e intensas que tengan lugar una vez al mes. De esta manera, tu cuerpo se acostumbra a la práctica y verás resultados más rápidamente. Pero, además, estarás previniendo lesiones, ya que exigirle demasiado a tu cuerpo de una vez puede lastimarlo. Además, no necesitas nada para practicar en tu casa, ni siquiera una mat (una manta o almohadones bastan).
Aunque te parezca que no tienes tiempo para ir a una clase, intenta darle una oportunidad. No subestimes la presencia real de un instructor, solo porque tienes videos a los que puedes recurrir: la experiencia es totalmente diferente. El instructor está ahí para cuidarte, y, si eres principiante, te servirá tener alguien que te proteja de que hagas mal alguna postura y te lastimes. Una vez que tengas más práctica, comienza a agregar sesiones en tu casa.
Además, el instructor podrá ayudarte a relajar los músculos a través de técnicas personalizadas a las que probablemente no tengas acceso en tu casa. Eso es lo que diferencia al yoga de otros tipos de ejercicio: la relajación es parte del entrenamiento, y tan importante como la exigencia física.
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