Administrar un negocio con eficacia es la clave para su crecimiento. Pero a pesar de la importancia de la gestión de recursos, no se sabe llevar, sobre todo porque la persona se centra en las ventas y no en el proceso de administración.
1. Lleva el control de las ventas.
En los negocios, sobre todo los pequeños, es importante llevar un registro de cada producto vendido al final del día. Al terminar cada mes, hay que checar el total de cada producto vendido para saber cuál es el que tuvo una mayor demanda, eso ayudará a llevar la relación entre ventas, costos y utilidad.
2. Controla tu inventario.
Si vendes productos como artículos de belleza, regalos o enlatados, por decir algunos, necesitas llevar al día tu inventario, esto es, la cantidad de productos que tienes almacenados en una bodega y los que exhibes a la venta al público. Si desconoces el número de artículos que tienes en tu inventario, te puede ocasionar un desabasto y por ende ocasionarte pérdidas al no efectuar la venta.
3. Lleva el control de tus costos.
Si eres de los que aún cree que al restarle el costo del proveedor a tu precio obtienes tus utilidades, no es así, debes considerar otros costos como:
- Costos fijos: Estos no dependen de las ventas, como son la renta del local, los sueldos o pagos de servicios (agua, luz, gas, teléfono).
- Costos variables: Dependen del producto vendido, como son la materia prima, los insumos usados, entre otros.
- Costos directos: Son los más obvios, es el precio al que te lo deja tu proveedor.
- Costos indirectos: La mayoría no los toma en consideración, como son el gasto de gasolina para ir a recoger o repartir el producto, el transporte, el desgaste y arreglo de las máquinas, etcétera.
4. Controla el uso de efectivo.
Para que tu negocio sobreviva, debes tener un control de tu efectivo circulante, que es el que utilizas todos los días para efectuar tus movimientos financieros con tus clientes, proveedores de insumos o materia prima y con quienes te ofrecen servicios.
Lleva un registro diario del dinero físico que entra y del dinero que sale. Recuerda que no es lo mismo el control del efectivo y el de ventas, ya que una venta a crédito no se ve reflejada en el dinero físico que tienes en caja.
5. Lleva el control de tus deudas.
Es necesario que tengas en mente las deudas de corto y largo plazo que tienes que pagar, como son los sueldos, la renta, el pago de servicios, de créditos, pago a proveedores, entre otros.